viernes, 19 de febrero de 2010

ESTADO DEL WONDER BRA

Biglia, B. y San Martín C. (coords.) (2007). Estado de wonderbra. Entretejiendo narraciones feministas sobre las violencias de género.. Barcelona: Virus Editorial.

El bloque “Detrás de los muros”, nos invita a conocer cómo las instituciones, en su mayoría, penitenciarias, contribuyen al mantenimiento de las violencias de género. Abre sus puertas con “Mujeres reclusas, mujeres invisibles” de Elixabete Imaz. Como indica la autora una de las principales violencias de género institucionales que sufren las mujeres presas, es la invisibilidad.
Debate: 18.02.2010

Los procesos de construcción de la desigualdad sexual en el sistema penal son muy diversos. Un caso único de dicha vulnerabilidad de derechos es la situación de las mujeres inmigrantes ante el sistema penal y, en particular, la de las mujeres inmigrantes en las prisiones. Que son estigmatizadas y desvaloradas incluso en la cárcel por delitos menores que los hombres, nos enfrentamos más a una institución machista y con una mayor severidad punitiva hacia el colectivo femenino.

Como dice el texto “Mujeres reclusas, mujeres invisibles” es cierto que la población de mujeres reclusas en España es minoritaria respecto a los hombres, pero también se ha podido observar un aumentado a lo largo de los años.

¿Por qué ha aumentado? ¿ Qué factores han intervenido?

Una de las causas del porque ha aumentado el porcentaje se debe al factor principal del consumo y tráfico de drogas por la falta de recursos de supervivencia. “Diversos autores remarcan la doble estigmatización que la cárcel representa para las mujeres que al romper con la norma legal, rompen también con los papeles que socialmente les han asignados, asumiendo roles, actitudes, decisiones que las sitúan en un lugar de las “malas mujeres” y conllevan a menudo al aislamiento, repudio y ruptura de las relaciones familiares, vecinales y conyugales” (193pág.2007)

Los factores que explicarían este aumento los podemos encontrar en la falta de ayudas en los servicios sociales para poder prevenir a que estas mujeres no tengan la necesidad de delinquir por la única razón de darles a sus hijos una vida mejor y para integrar a estas personas en la sociedad.

Como se ha dicho en clase en las cárceles se les da opción a poder impartir unos talleres, pero también estos recursos son muy escasos. En la cárcel no hay un espacio dedicado a la educación, por ejemplo salvo que no sea la biblioteca, dónde no todos los presos puedan entrar dependiendo del delito.

Si nos basamos en trabajo, nos encontramos con el mismo problema que en la educación, no sólo por el hecho de que el espacio es limitado, sino por la falta de material.

“Las implicaciones de considerar a las mujeres reclusas como un apéndice del grueso de los presos varones conlleva también desventajas en el seno de la propia cárcel” (190pág 2007) siendo excluidas del acceso a los espacios comunes, como el gimnasio o la biblioteca, en las cárceles mixtas.

Aunque debemos “insistir en no generalizar, las reclusas son prejuzgadas y estereotipadas como carentes de formación, de recursos, de capacidad de decidir sobre lo que les conviene, dependientes de un hombre y con muchos hijos” (194pág. 2007)

Por último poner una frase que nos ha impactado tanto a Jessica como a mí por el hecho de que nadie se da cuenta que “las personas encarceladas son seres humanos con derechos y deberes”.

BIOGRAFIA



Patri y Jessica Lopez

1 comentario:

  1. En el caso de la mujeres gitanas es increíblemente malicioso, ellas si son auténticas víctimas, no solo por que las domina su cultura, no hay que recordar que las mujeres cuando alcanzan la pubertad ya son “muy mayores” para estudiar y abandonan cualquier formación para casarse y tener hijos, perdiendo cualquier atisbo de decisión personal, ya que las educan para cumplir la misión que su patriarcado crea para ellas. Si no que son de hecho las cabezas de familia, las que tiran del carro y cargan con todo el peso familiar-económico-afectivo-educación… por que sus maridos están en prisión, y se ven obligadas a delinquir para seguir adelante.

    El hecho de tener a los hijos en las prisiones, es el refuerzo más claro de resignación a la desigualdad, ya que te recuerdan que no debes abandonar tu rol de cuidara de tus hijos, impidiendo optimizar los pocos recursos que se dan para intentar romper la rueda de drogas -> cárcel -> no trabajo.

    Es una cuestión visceral y muy, muy compleja por que los factores que intervienen son muy diversos….
    Esto daría para otro debate, no?

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