Sheila tiene 5 años y, para ella, alcanzar la quinta planta de su piso en Valencia es toda una odisea. padece espina bífida, por lo que no puede moverse sin silla de ruedas. Pero, además, la falta de ascensor en su bloque le impide salir de casa y le fuerza a residir durante determinados periodos en casa de un familiar.
Su madre, Rebeca, explica que ha pedido la instalación de un ascensor, pero tres de los nueve vecinos se oponen. "Me dicen que venda mi piso, pero voy a hacer lo que sea" para tener el elevador, señala. Hasta ahora, Rbeca se podía apañar subiendo con la niña en brazos, pero ahora ya pesa 13 kilos y le es muy difícil.
Neus
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En ésta noticia podemos ver reflejadas algunos de los temas que nos dijo Maria en la mesa redonda del jueves pasado; hay muchas barreras sociales que hay que modificar.
ResponderEliminarComo futuros integradores sociales, debemos intentar abrir nuestra mente y la de los que nos rodean, para poder facilitar la integración y no llegar a la discriminación por ser un colectivo en minoría; y a hacer ver a los que se decantan por las soluciones más fáciles y a la vez egoistas, que hay otras vías de solución, que seran favorables a los dos colectivos.
Principalmente nos tenemos que parar a pensar en estas injusticias y preguntarnos que hariamos al respecto?
Creo que los periodistas deberían tener una responsabilidad en todo lo que publican, xq solo buscan el sensacionalismo y vender periódicos. Parece mentira los titulares que usan. El titular debería ser "UNA COMUNIDAD DE PROPIETARIOS OBLIGAR A TRES VECINOS A PONER UN ASCENSOR".
ResponderEliminarEsta madre como propietaria, seguro que tienen un administrador (o gestaría) que les lleva todo el papeleo legal de la comunicada de propietarios, y sabrán que hay leyes que obligan a acatar las decisiones que la mayoría de vecinos acuerdan en asamblea.
Sagrario